Este 4 de Febrero de 2021 recibía cristiana sepultura el cuerpo de Sebastián Rufo que falleció el día anterior en el Hospital de la Cruz Roja en Córdoba a los 66 años de edad.
Nació en la calle Tejera nº6 de Fuente Obejuna el 5 de Enero de 1955 siendo sus padres Ascensión Montero González y José Rufo Oropesa. Ha tenido dos hermanos: Chon y José Antonio. Sebastían fue una persona muy vinculada siempre con la vida social del pueblo. Trabajó en Correos y participó en muchas iniciativas culturales como representaciones teatrales varias así como en la obra “Fuenteovejuna”, también fue miembro del Club de la Lectura, del grupo folk “FonsMellaria 77” y de la Coral “Lope de Vega”.
También estuvo en el coro de la Hermandad del Santo Entierro.
Muy vinculado a la Iglesia y hermano de la Cofradía del Santo Entierro fue un colaborador de lujo en Radio Una, Emisora Municipal de Fuente Obejuna, donde siempre altruistamente realizó un espacio dedicado a la zarzuela en los comienzos de la emisora a finales de la década de los ochenta y después durante más de quince años dirigió y presentó el programa “La voz de la parroquia” donde llegó a 620 emisiones siendo la última el 31 de Octubre de 2019.
Con diferentes contenidos el programa incluía tras la presentación, el evangelio, santoral, noticias del Papa Francisco, relatos, anécdotas, efemérides, personajes ilustres, avisos parroquiales, zarzuela, frase célebre y una despedida con un canto a la Virgen.
Todo con una selección musical muy cuidada para cada sección del espacio.
Siempre acompañado en la realización por José Enrique Magarín y en ocasiones también por Cristian Magarín y Pilar Burón.
Además de los párrocos de Fuente Obejuna, pasaron por el programa la Superiora de la Residencia “Los Ángeles” Sor Josefa y otras monjas así como el Obispo Demetrio Fernández y autoridades civiles locales.
Las visita de las Misiones Claretianas a Fuente Obejuna fue el germen del programa que comenzó sus emisiones el 11 de Diciembre del año 2002 junto a Inmaculada Ventura.
La radio era su gran pasión aprendiendo de los grandes comunicadores a los que escuchaba hasta de madrugada convirtiéndose en un adicto a las ondas radiofónicas.
También hay que destacar su gusto por los viajes con los que disfrutaba especialmente.
Su pérdida ha producido una gran consternación entre todos los melarienses.