Natural de Fuente-Obejuna y residente en Córdoba, mantiene constantes vínculos con su pueblo natal. Su educación religiosa con las Hermanas de la Presentación de María y sus convicciones la ligan a esta Hermandad de la mano de su madre desde sus inicios.
Abogada en ejercicio desde hace 30 años desarrolla su profesión en la capital contando con una amplia formación jurídica.
Participaron en el acto el párroco Pedro del Pino, la Hermana Mayor de la Hermandad de la Soledad Julia Quintana y la presentadora Felisa Orive Habas, amiga desde la juventud de la pregonera.
Tuvo lugar este 9 de Marzo a las 20.30 horas en Iglesia Parroquial mostrándose esta Hermandad enormemente agradecida por su “sí” rotundo a esta propuesta.
María Dolores Pulgarín Miras habló de su relación con Fuente Obejuna y con la Semana Santa así como la de su familia perteneciendo muchos familiares a diferentes Hermandades e incluso a varias en algunos casos.
También mencionó a su abuelo Francisco Miras Navarro, que consagró su vida a la medicina con generosidad, abnegación y por amor al prójimo demostrando su calidad humana. Nombrado Hijo Predilecto de la localidad el pueblo le dedicó una placa que luce en la fachada de su domicilio situado en el número 15 de la calle que lleva su nombre el año 1972, la sufragaron sus vecinos con sus desinteresadas aportaciones años después de su fallecimiento, que tuvo lugar en 1966.
También habló de la Semana Santa melariense indicando que comenzaba para ella el viernes de Dolores, día en que su madre y ella celebraban su onomástica. Luego recordó lo momentos más representativos de cada Hermandad.
Agradeció el trabajo de las Hermandades así como la colaboración del Ayuntamiento y otras entidades en el mantenimiento y mejora de todas las iglesias y ermitas que hay en el pueblo y de las que los melarienses nos sentimos tan orgullosos. También recordó a los frailes franciscanos cuando estuvieron en Fuente Obejuna, en especial el Padre Pacífico, que dejó profunda huella.
La Banda Municipal de Música participó en el acto interpretando varias marchas como “Caridad del Guadalquivir”, “Mater mea” y “Soledad franciscana” y el cantaor Eusebio Medina ofreció una saeta que lleva por nombre “déjame ponerle voz”.